martes, 29 de novembro de 2016

La dieta mediterránea

La dieta mediterránea es un patrón alimentario que se complementa con la práctica de ejercicio físico y el clima de los países colindantes con el mar Mediterráneo, y que tiene múltiples beneficios para la salud.
En términos de alimentación, la dieta mediterránea se basa en los ingredientes propios de la agricultura local de los países con clima mediterráneo, fundamentalmente España e Italia. Se resume en reducir el consumo de carnes e hidratos de carbono en beneficio de más alimentos vegetales y grasas monoinsaturadas.
No está de más recordar cuáles son los alimentos que se deben tomar a diario, semanalmente y ocasionalmente y las cantidades que se deben seguir para llevar una dieta mediterránea de forma correcta. Son los siguientes:
-Cereales: la pasta, el arroz y el pan son un ejemplo de ello, por lo que los expertos recomiendan tomar 30 gramos de pan diarios, y entre 60 y 80 gramos de pasta y arroz al día.
-Fruta y verdura: se deben tomar 5 piezas de fruta y verdura (alternadas) al día, lo que se corresponde con 120-180 gramos de fruta, y entre 150 y 200 gramos de verdura.
-Litro y medio de agua diariamente.
-Un vaso de leche o dos yogures corresponde con aquellos productos lácteos con bajo contenido graso que se deben ingerir diariamente.
-Una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra en crudo.
-Aderezos como la cebolla y el ajo también en crudo.
-Por último, los expertos recomiendan tomar una copa de vino a diario a las mujeres y dos a los hombres, además de bebidas fermentadas como la cerveza.
Los beneficios para la salud que supone esta dieta son más significativos cuando se combinan con el ejercicio físico. Este ha de ser moderado, pero a ser posible ha de realizarse durante al menos 30 minutos diarios, cinco días por semana. En caso de que por razones de tiempo resulte complicado, se ha de hacer con la máxima regularidad que se pueda. Opciones como caminar a paso ligero, correr, la natación o el ciclismo resultan aconsejables, pero también se puede recurrir a cualquier otro deporte o actividad que ayude a la quema de calorías y grasas, así como a un mantenimiento físico óptimo. Así, contribuye a bajar de peso, controlar la presión arterial y la hipercolesterolemia y a atrasar el deterioro cognitivo. La práctica habitual de ejercicio físico también ofrece protección contra enfermedades crónicas como la diabetes o el Alzheimer.
 
Otros importantes beneficios que nos ofrece esta dieta son:
-Evita la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
-Es aliada de la diabetes.
-Evita el envejecimiento prematuro de las células.
-Previene la aparición de cáncer de mama y colon. La ingesta moderada de vino también evita las enfermedades cardiovasculares.


 
 

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