venres, 2 de decembro de 2016

Alimentos congelados

Los hábitos de vida han cambiado mucho en las ultimas décadas. El ritmo actual, más frenético, ha moldeado las costumbres, entre ellas, la alimentación. Ya no comemos como antes. Debido a las prisas, la falta de dinero o la búsqueda de comodidad, los alimentos congelados se han popularizado. Casi siete de cada diez hogares consumen congelados, como mínimo, una vez por semana. Estos alimentos se presentan como buenos candidatos para sustituir y acompañar los productos frescos. Sin embargo, la calidad de los frescos siempre se supone superior. ¿Es así? ¿Por qué los congelados son más baratos? ¿Pierden propiedades, sabor o textura?.

Procesar un alimento siempre conlleva alguna alteración. La congelación, en concreto, supone la pérdida de algunas de las cualidades organolépticas de los alimentos. No obstante, si el proceso se realiza de manera adecuada, estas pérdidas son mínimas y apenas se notan. Los alimentos congelados pueden mantenerse durante largos periodos, pero también pueden deteriorarse si el frigorífico no es adecuado o si se manipulan mal. En el caso de los alimentos frescos, el trayecto desde su recolección hasta su consumo puede ocasionar importantes deterioros.

 
 
El proceso de congelación apenas afecta el contenido nutricional de los alimentos. En la actualidad, se utiliza la técnica de la ultracongelación, que según los expertos garantiza un 100% del contenido nutricional. Los alimentos se congelan lo más rápido posible a temperaturas que alcanzan -40ºC. De esta manera, se conservan las propiedades nutricionales y, también, las cualidades organolépticas (sabor, textura, color y olor). Si bien la pérdida de nutrientes es casi imperceptible, es preciso recordar que siempre hay riesgo de alterar alguna de sus cualidades. Este aspecto no se da en los alimentos frescos, aunque la pérdida de nutrientes que pueden experimentar desde que se recolectan y se preparan hasta su consumo puede ser igual o mayor a las alteraciones durante la congelación. Así pues, los alimentos congelados de manera segura y adecuada no tienen nada que envidiar a los frescos.

A continuación se detallan 5 beneficios que definen a los alimentos congelados. Son los siguientes:

-Los alimentos congelados son cómodos, permiten comprarlos en cualquier momento del año, se conservan en buenas condiciones y se disfrutan cuando el consumidor quiere.
- Suponen un ahorro en tiempo y dinero.Aunque puede que algún alimento congelado supere el precio de su homólogo fresco, esto se debe a la calidad del alimento cuando se congeló y a las técnicas utilizadas.
-Son de fácil preparación.


-La gran mayoría ya están preparados para cocinar, limpios y sin desperdicios. Garantizan la seguridad de los alimentos, entre otros, en el caso del Anisakis, un parásito presente en el pescado crudo que requiere congelación para poder eliminarlo.
- La congelación evita la proliferación de patógenos y la degradación de los alimentos. Sin embargo, las bacterias no mueren, pueden reactivarse durante el descongelado. Es esencial una buena praxis.

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