Una alimentación
equilibrada es aquella que mantiene a una persona en un estado óptimo
de salud y le permite realizar con normalidad sus actividades
cotidianas. Para ello, debe aportar la cantidad necesaria de energía
para que el organismo funcione correctamente y se pueda seguir la
rutina diaria sin problemas. No obstante, las necesidades calóricas
varían de una persona a otra, en función de distintos aspectos como
la edad o la actividad física.
Además,
la dieta diaria debe suministrar todos los nutrientes energéticos
(hidratos de carbono, proteínas y grasas) y no energéticos
(vitaminas, minerales, agua) en una proporción adecuada. Las
recomendaciones de los especialistas sobre el modo en que deben
incluirse los alimentos en una dieta equilibrada se representan en la
pirámide de la alimentación, donde se explican las raciones diarias
de cada grupo de alimentos que deben ingerirse:
Según la pirámide de la alimentación, los alimentos situados en el vértice superior de la pirámide (bollerías, embutidos, grasas) han de consumirse de forma limitada. La parte central corresponde a los grupos de las carnes magras, pescados y leche y productos lácteos, cuya ingesta ha de realizarse de forma moderada.
La
base de la pirámide incluye los alimentos que deben consumirse con
mayor frecuencia diaria: legumbres, verduras, hortalizas, frutas,
pan, pasta, arroz y patatas. A grandes rasgos, el aporte total debe
repartirse del modo siguiente:
-
Hidratos de carbono: 50% del aporte energético total
-
Grasas: 30 por ciento del aporte energético total
-
Proteínas: 20 por ciento del aporte energético total
Para saber más:
http://www.sabervivir.es/articulos-de-nutricion/el-secreto-esta-en-el-equilibrio
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