Además, cada año la cantidad de residuos plásticos que se genera en el mundo es más y más elevada.
Frente a esto, Francia ha decidido actuar y plantar cara al uso indiscriminado del plástico. El gobierno francés ha aprobado una nueva ley encaminada a erradicar los platos, vasos y cubiertos de plástico desechables. La nueva legislación entrará en vigor en 2020 y pretende asegurar que toda la vajilla se pueda reciclar y esté fabricada al 50% con sustancias biodegradables orgánicas, como la fécula de patata o el almidón. Además, la intención es que para 2025 el porcentaje alcance el 60%.
La medida forma parte de la Transición Energética para el Crecimiento Verde, un ambicioso plan que intenta que Francia sea más eficaz en su lucha contra el cambio climático.
Las reacciones ante la guerra al plástico de Francia están muy divididas. Algunas asociaciones ecologistas, como Greenpeace, celebran la nueva medida, mientras que los más críticos mantienen que la nueva ley viola las normas europeas sobre libre circulación de mercancías. Y, por supuesto, los fabricantes de plásticos han puesto el grito en el cielo. Pack2Go Europa, la organización representante de los fabricantes de envases de Europa, pretende luchar contra la nueva ley.
Más allá de opiniones a favor y en contra, ningún otro país había tomado hasta ahora medidas de este tipo. Esta decisión coloca a Francia como uno de los países europeos que más está haciendo por la ecología, tras la prohibición de las bolsas de plástico el pasado mes de julio. Otros países europeos también están trabajando en sus políticas ecologistas, como Reino Unido con su prohibición de las microesferas de plástico en los cosméticos o Italia y su guerra contra las bolsas de plástico.
Algunas asociaciones ecologistas, como Greenpeace, celebran la nueva medida, mientras que los más críticos mantienen que la nueva ley viola las normas europeas sobre libre circulación de mercancías.
Algunas asociaciones ecologistas, como Greenpeace, celebran la nueva medida, mientras que los más críticos mantienen que la nueva ley viola las normas europeas sobre libre circulación de mercancías.
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