sábado, 10 de decembro de 2016

Un paso más hacia el páncreas artificial.

La diabetes es una enfermedad denominada como la epidemia del siglo XXI. Con un total de 170 millones de afectados en el 2000 y un pronóstico de más de 360 millones para el 2030, esta enfermedad se caracteriza por una afección crónica que se desencadena cuando el organismo pierde su capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia. La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y que permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo, en donde se convierte en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Como resultado, una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo que ésta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) y dañando los tejidos con el paso del tiempo. Este deterioro causa complicaciones para la salud potencialmente letales.

En este sentido, la medicina está avanzando a paso firme hacia la creación de un páncreas artificial. La última innovación consiste en un dispositivo que suspende automáticamente la infusión de insulina cuando predice que el nivel de glucemia va a alcanzar un valor bajo dentro de los próximos 30 minutos y reanuda la infusión de insulina una vez que se alcanza un valor normal de glucemia.
La tecnología de suspensión predictiva de insulina, es la primera de su tipo en el mundo y está diseñada para proteger mejor a personas con diabetes ante bajas durante el día y la noche con múltiples configuraciones de límite bajo que se pueden personalizar a necesidades individuales.



















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