Comer todos los días lo mismo.

Comer todos los días lo mismo nos puede parecer un hábito bastante beneficioso para nosotros. Es fácil puesto que no tenemos que pararnos a pensar cada día en qué cocinar para el día siguiente, y además acostumbrar al metabolismo a una dieta sin cambios puede ser una buena forma de controlar el apetito.
Sin embargo, el apetito se aburre de probar siempre lo mismo, y además, el no variar en la dieta puede dar lugar a un gran déficit de determinados nutrientes o minerales que no estén presentes en aquellos alimentos que consumas.
Como siempre se ha dicho, en la variedad está el placer. Y para llevar una dieta equilibrada y que nos aporte todo aquello que necesita nuestro metabolismo para funcionar correctamente, es fundamental el llevar una dieta equilibrada y variada, para que durante todos los días de la semana consumamos todos los tipos de alimentos que nos pide nuestro cuerpo y la cantidad de calorías adecuada.
Por lo tanto, no caigamos en los métodos fáciles para alimentarnos y para adelgazar, puesto que no siempre serán los más efectivos o sanos.