sábado, 3 de decembro de 2016

Alimentos que mejoran la digestión.

Un alimento es realmente incorporado al organismo después de ser digerido, es decir, degradado física y químicamente para que sus componentes puedan ser absorbidos, es decir, puedan atravesar la pared del aparato digestivo y pasar a la sangre (o a la linfa).
Antes de que todos estos componentes puedan ser utilizados o metabolizados, los alimentos deben sufrir en el cuerpo diversos cambios físicos y químicos que reciben el nombre de digestión y que los hacen "absorbibles", aunque no siempre es necesario que se produzca algún cambio para que el componente se absorba. Por ejemplo, el agua, los minerales y ciertos hidratos de carbono se absorben sin modificación previa. En otros casos, el proceso culinario ya inicia cambios químicos en el alimento antes de entrar en el cuerpo: el cocinado ablanda las fibras de carne y la celulosa de los alimentos de origen vegetal y gelatiniza el almidón. Sin embargo, el verdadero proceso de la digestión no comienza hasta que el alimento está en el aparato digestivo. En el proceso de digestión también intervienen las glándulas salivares, el hígado y el páncreas y está regulado por mecanismos nerviosos y hormonales.
La digestión consiste en dos procesos, uno mecánico y otro químico. La parte mecánica de la digestión incluye la masticación, deglución, la peristalsis y la defecación o eliminación de los alimentos. En la boca se produce la mezcla y humectación del alimento con la saliva, mientras éste es triturado mecánicamente por masticación, facilitando la deglución. La saliva contiene ptialina, una enzima que hidroliza una pequeña parte del almidón a maltosa. De la boca, el alimento pasa rápidamente al esófago y al estómago, y de aquí al intestino delgado y grueso, donde se produce la absorción de los nutrientes esenciales antes de ser expulsados nuevamente al exterior en forma de material fecal.


























A continuación se detallan 5 alimentos que ayudan a mejorar este proceso, el proceso de digestión:
Fibra: Un aporte correcto de fibra en nuestra dieta, además de facilitarnos el tránsito digestivo, va a tener efectos muy beneficiosos en nuestra salud. La fibra no es más que un hidrato de carbono que no es digerido por las enzimas digestivas, por lo que no se absorbe y pasa íntegra a lo largo del aparato digestivo.
Carnes magras: este tipo de alimentos son más fáciles de digerir por su bajo contenido de grasa. Las personas a las que se les ha hecho una extracción de vesícula suelen tener dificultades para digerir las grasas por lo que se les recomienda moderar su consumo.
Probióticos: alimentos como el yogur o el jocoque contienen bacterias benéficas llamadas probióticos que ayudan a la digestión de ciertos nutrimentos.
Fraccionar la dieta: la digestión de los alimentos se ve más favorecida cuando se realizan varias comidas al día ya que esto evita que el sistema digestivo se sobrecargue de alimento y sea más lenta. Se sugiere hacer 3 comidas principales y 2 colaciones.
Agua: la digestión es un proceso que requiere agua para poder llevar a cabo la mezcla correcta de los alimentos. Cuando no se bebe suficiente agua las heces son más compactas lo que dificulta su excreción.





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